1. Analizar las redes sociales (y no perder la cabeza en el intento) Si eres Community Manager y no tienes un radar para las tendencias, ¡mejor busca otra cosa! Tienes que estar más pendiente que un ninja en Facebook, Instagram y demás junglas digitales. No hablamos solo de postear memes graciosos, sino de detectar patrones, entender a tu audiencia y marcar territorio. ¡Con 2300 millones de usuarios en Facebook, si no te mueves rápido, te comen!

2. Responder a los seguidores (y evitar el caos) Eres la voz y la cara de la empresa, así que más te vale tener un doctorado en paciencia y diplomacia. Eso significa que serás amable, persuasivo y, sobre todo, tendrás la habilidad mágica de desactivar bombas cuando un cliente viene encendido. Una respuesta mal dada y ¡BOOM!, adiós a la reputación de la marca. Así que, ponte las pilas, afina tu lengua y prepárate para apagar fuegos antes de que empiecen.

¿Te suena fácil? No lo es, pero en Eidos, lo hacemos parecer un paseo. 😉

• Analizar las menciones de nuestra marca (¡Que hablen bien o mal, pero que hablen!)
  Ser CM es como ser el Sherlock Holmes digital: tienes que rastrear cada rincón del internet para encontrar quién está mencionando tu marca, sea para elogiarte o para tirarte piedras. Cuando los encuentres, ¡actúa rápido! Responde a lo bueno, lo malo y lo feo. Mantén la reputación a flote y dale la vuelta a cualquier comentario negativo como si fuera un partido de ping-pong.

• Cazar contenido relevante (El “stalker” oficial de la competencia)
  ¿Te encanta fisgonear? ¡Perfecto! Un buen CM tiene que estar atento a lo que hacen los demás. Analiza qué está posteando la competencia, descubre qué hashtags están pegando, y mantente al tanto de las tendencias. Tu objetivo: convertirte en el maldito cazador de contenido más rápido y efectivo de las redes.

• Crear contenido (El alquimista de las palabras y los diseños)
  Un CM que no sabe escribir ni diseñar es como un chef sin cuchillo: ¡inútil! Tienes que tener talento para las palabras, creatividad para sacar contenido jugoso y habilidades gráficas para que todo lo que publiques luzca como un puñetazo de diseño directo a la cara del público. Infografías, vídeos, imágenes… ¡todo debe ser pura dinamita visual y textual!

• Dinamizar la comunidad (Deja de vender y empieza a molar)
  Las redes sociales no son para vender cosas directamente, ¡para eso están las tiendas! En vez de intentar empujarles tu producto, dales contenido que les mole: “Las camisas que rompen en 2024”, “El outfit perfecto para una boda rockera”, etc. Cuando la gente quiera comprar, ¡te van a recordar porque ya les diste algo de valor sin empujarles a la caja registradora!

Si quieres que tu negocio no solo sobreviva, sino que domine en redes sociales, necesitas un Community Manager. Y no cualquier CM, ¡necesitas a un auténtico genio digital! Estos maestros del caos virtual son los que harán que tu marca no pase desapercibida y que destaque en medio del ruido.

Un buen CM tiene la habilidad de hacer magia en las redes: son capaces de convertir simples “me gusta” en lealtad a la marca y comentarios casuales en ventas reales. En nuestra empresa, tenemos a los mejores profesionales del Community Management, listos para lanzar tu negocio al estrellato digital.

¿Qué aporta un CM a tu empresa? Primero, son unos cracks de la comunicación. No importa si se trata de un comentario amable o una crisis de proporciones épicas, nuestros CMs tienen la empatía y la habilidad necesarias para resolver cualquier situación. Y si surge un problema, ahí estarán, como soldados en primera línea, protegiendo tu reputación.

Además, nuestros Community Managers no son robots: se dedican en cuerpo y alma a tus proyectos, invirtiendo tiempo y creatividad para hacer que tu marca brille. Cada publicación, cada respuesta, cada estrategia está pensada para hacer crecer tu comunidad online y acercarte a tus objetivos comerciales.

Y cuando llegue la inevitable crisis en redes sociales, nuestros CMs no se esconderán bajo la mesa. ¡No señor! Estarán al frente, manejando la situación con sangre fría, neutralizando el drama y devolviendo la tranquilidad a tu marca.

Así que, si quieres triunfar en las redes sociales, deja que los profesionales de verdad se encarguen. ¿Vas a seguir dejándolo en manos de amateurs o vas a llamar a los expertos? ¡Nosotros te estamos esperando!